El 31% de los coches que se venden en España tienen cambio automático

Volvo incorpora el cambio automático a muchos modelos de su gama. Por ello en Turismos La Raza Sevilla queremos que conozcas este mecanismo al detalle

La apuesta por el coche con caja de cambios automática era poco alentadora hace unos años. Sin embargo esta tendencia se ha modificado en los últimos años, de esta forma según datos de Autodata, el 31% de los coches nuevos que se matricularon al finalizar el año 2020, tenían cambio automático.

En Volvo Sevilla disponemos de todos los vehículos en los que la marca ha decidido incorporar el cambio automático. Por eso conocemos este mecanismo con mucha precisión y ahora queremos que lo conozcas tú de cerca y al detalle. 

cambio automático

El primer concepto a tener en cuenta es conocer qué es la caja de cambios en un vehículo. Los coches que usan motor de combustión interna necesitan para su funcionamiento de un sistema de transmisión que consiga trasladar el movimiento del motor hacia las ruedas. En todo este proceso, el movimiento rectilíneo de los pistones que suben y bajan, se transforma en movimiento circular del volante motor (o volante de inercia), a través del eje cigüeñal, y gracias al principio del mecanismo de biela-manivela.

Es en este punto donde se hace necesaria la intervención de la caja de cambios, un elemento mecánico intercalado entre el motor y las ruedas, cuya finalidad es conseguir que las ruedas giren a la velocidad adecuada y entregar el suficiente par motor para desplazar el vehículo.

¿Cómo funciona el cambio automático de un vehículo Volvo?

Cuando te pones al volante de tu Volvo y pisas el acelerador, el motor de combustión interna aumenta progresivamente su velocidad de giro (las revoluciones por minuto), siendo este giro, en general, mucho más rápido que el que deben tener las ruedas.

Al cambiar el régimen de giro del motor de combustión interna, varía la cifra de potencia y par motor que entrega este, no siendo siempre la adecuada para poder desplazar el automóvil con soltura.

La situación ideal sería mantener, gracias a la caja de cambios, un régimen de giro del motor en torno al punto de par motor máximo del mismo, lo cual permite además que el motor funcione con la mayor eficiencia termodinámica posible (es decir, con menor consumo de combustible).

Para ello, la caja de cambios suele incorporar engranajes de tamaños distintos que gracias a sus relaciones de cambio, reducen la velocidad de giro del volante motor, y por tanto aumentan la cifra de par motor que llega a las ruedas.

Si aumentamos la velocidad la caja de cambios suele  aumentar la velocidad de giro (es decir, en este caso el motor giraría a menos revoluciones que las ruedas). También si necesitamos circular marcha con nuestro Volvo será la caja de cambios quien invierta el sentido de giro que llega a las ruedas del coche y permita ese desplazamiento.

De esta forma, la selección del cambio puede hacerse de forma manual o automática. En un coche con cambio manual el conductor debe pisar el pedal del embrague y empujar una palanca de cambio, para “cambiar de marcha”, en un coche con cambio automático no tiene que hacer nada, “y el coche ya lo hace él solo”.

Tipos de cajas automáticas de cambio de marcha

Actualmente, existen tres tipos de cajas de cambio automático. Sus diferencias vienen dadas por la forma de transmisión del giro y su mecánica interna: las cajas de cambio con convertidor hidráulico de par, las cajas robotizadas o pilotadas (ya sean de un embrague, o de doble embrague), y las cajas de cambio continuamente variables. 

En la gama de turismos de Volvo, disponibles en tu concesionario Volvo en Sevilla, Turismos La Raza, ya sean SUV, sedanes o familiares, tanto con motor de combustión interna de gasolina, como híbridos, se pueden encontrar versiones con caja de cambios automática de convertidor hidráulico de par.