
Después de las vacaciones llega el otoño y el buen tiempo no cesa, las personas disfrutan de agradables fines de semanas con la familia y las carreteras se ven saturadas de vehículos cargados de equipajes.
Tener el coche en perfecto estado de mantenimiento es fundamental cuando nos planteamos realizar un viaje largo
Desde Turismos la Raza te recomendamos realizar una revisión supervisada por un mecánico profesional, en tu concesionario Volvo en Sevilla puedes encontrar más información. Esto no quita que nos preocupemos por conocer aquellos puntos sensibles, los más importantes son los siguientes:
• Estado de la batería. Aunque no es un dato exacto, una batería suele dura en torno a los cuatro años. Si la tuya tiene ya algún tiempo, es recomendable revisar su estado y, en caso de que su vida útil esté próxima a su fin, cambiarla.
• Neumáticos: deben estar en perfecto estado de uso, tener las presiones indicadas por el fabricante se-gún las condiciones del viaje (la carga, sobre todo) y con el dibujo en perfectas condiciones.
• Niveles de líquidos: desde el líquido lavaparabrisas, pasando por los niveles de anticongelante o el aceite del motor, es necesario comprobar que sus niveles son los correctos:
• El aceite: el aceite en perfecto estado es fundamental para el correcto funcionamiento del motor gra-cias a sus propiedades lubricantes. Si sabemos que la fecha del cambio de aceite está próxima y vamos a recorrer muchos kilómetros, es recomendable adelantar el cambio de aceite antes de salir. De esta manera nos iremos tranquilos, sabiendo que evitaremos cualquier avería relacionada.
• Limpiaparabrisas: en verano, el polvo y los insectos son los principales elementos que pueden en-suciar el parabrisas, con la consiguiente pérdida de visibilidad. Llevar el depósito de líquido lavapa-rabrisas al máximo indicado nos ayudará a mantener nuestra visión libre de estorbos. Unas escobi-llas limpiaparabrisas en buen estado ayudarán todavía más.
• Líquido de frenos: fundamental para el correcto funcionamiento del sistema de frenado.
• Refrigerante: en teoría, el circuito de refrigeración es estanco y no debe haber fugas en él, pero conviene revisar este punto para evitar un sobrecalentamiento del motor, y sus costosas averías.
• Sistema de alumbrado: ha de comprobarse que la iluminación funciona correctamente, y que los fa-ros están bien limpios.
Los viajes en familia con niños pequeños son especiales
Para ellos, es una aventura demasiado larga y pue-den caer en el aburrimiento, o viajar incómodos si pasamos demasiadas horas en la carretera. Para los padres, es una responsabilidad más a la que atender, y no siempre resulta fácil convivir durante unas cuantas horas en un habitáculo reducido, incluso en el caso de que llevemos un coche familiar.
En primer lugar, y aunque resulte obvio, debemos asegurarnos de que cada niño viaja sentado en su corres-pondiente sistema de retención infantil, adecuado a sus características físicas. Deben viajar bien sujetos y en una postura cómoda. De hecho, no es recomendable que pasen más de dos horas (una hora y media si hablamos de bebés que viajen en un grupo cero) sin hacer paradas de descanso para estirar las piernas, re-frescarse o ir al servicio.
Procuraremos que vistan ropa cómoda, fresca (de algodón, a poder ser) y transpirable, de manera que viajen lo más cómodos posible. En cuanto a la comida y la bebida, la primera consistirá principalmente en alimen-tos ligeros, de fácil digestión y en cantidades reducidas; la bebida, agua principalmente y en la cantidad sufi-ciente como para que se mantengan hidratados durante todo el viaje.
Es recomendable programar el climatizador para conseguir una temperatura ambiente agradable y no dema-siado alejada de la temperatura exterior. En días muy calurosos de verano, una temperatura interior de 22 a 26 grados puede hacer el viaje muy agradable.
Para evitar mareos y molestias, aparte de lo dicho anteriormente sobre las comidas, deberán viajar hidratados y con una temperatura fresca en el habitáculo; hemos de conducir con suavidad, procurar que el niño no vea películas o lea mientras viajamos (si es propenso al mareo) e intentar que fijen la vista en un punto lejano al frente.
Los viajes largos son muy aburridos para los más pequeños. La función del copiloto en estos casos es fun-damental para tratar de entretenerlos con canciones, juegos de viaje o cualquier otra cosa que pueda aliviar su aburrimiento, siempre con la precaución de no dejar juguetes sueltos en el habitáculo.